Francisco Javier Ruiz, CEO de Dataprius, ha pronosticado que la irrupción de la tecnología 5G podría ser la inyección definitiva para la consolidación de la cloud computing (computación en la nube) a escala global.
Y es que las previsiones auguran cambios radicales que los grandes de la nube, como Microsoft Azure, llevan años apostando.
Otros más modestos, como la compañía que representa, parten en primera línea de salida con un sistema ya bien probado, pues ha dicho que la tecnología 5G es una revolución dentro de la propia revolución de la cloud computing.
“Disponer de una conexión a Internet hasta 100 veces más rápida proporciona un entorno para los servicios y aplicaciones cloud sin precedentes. Todos los servicios en la nube dependen de una buena conexión, cuando esas conexiones estén al nivel que promete el 5G, se va a producir un cambio de paradigma”.
Entre la lista de los cambios que están por venir, según su criterio, se encuentran la desaparición de los discos duros y de medios de almacenamiento locales, ya que con el 5G desaparece la reticencia de muchos a almacenar los archivos en la nube por la lentitud en la transferencia de archivos grandes.
El ejecutivo ha considerado que los particulares, ni ninguna empresa del mundo, instalarán discos duros o servidores para el uso de aplicaciones o almacenamiento de datos.
La nube, según él, está omnipresente con servicios que funcionan mucho más rápido que cualquier infraestructura local o de oficina.
“De sobrevivir, los dispositivos de almacenamiento que quedarán en el mercado serán aquellos que sean portables y que dispongan por si mismos de la capacidad de conectarse a la nube para la transferencia de datos. Estos serán dispositivos IoT (Internet de las Cosas), una nueva generación de dispositivos que se conectan a Internet”.
Ruiz, aunque no ha querido describir todos los cambios tecnológicos que producirá el Internet de las Cosas, ha destacado que los campos de la robótica, coches autónomos y la Inteligencia Artificial (IA) se potenciarán con el 5G.
Desaparición de las PC
El directivo ha mencionado que los teléfonos móviles ya tienen la potencia de los ordenadores de sobremesa de hace algunos años y, entonces, si la conexión con un teléfono móvil o tablet va mucho más rápida y sin cortes respecto al router que se tiene en casa, al final siempre la persona se conectará con el móvil.
“Las compañías de móviles cada vez ofrecen más gigas, pronto pasarán al modo tarifa plana. Es oferta y demanda. Hay algunas que ya ofrecen 20 gigas o más. Las que están ofreciendo 1 o 2 parece cosa de risa hoy en día”.
Para él, si todos los programas y servicios que se necesitan están en la nube, el único sentido que tendrá el ordenador será disponer de una pantalla grande y un teclado. Cree que el usuario preferiría conectarse con su dispositivo y que ese teclado y pantalla se conecten al móvil.
“Tablets con teclado ya las hay y PC de reducido tamaño también. La cuestión es imaginar qué modelo se impondrá, poder conectar un teclado, un ratón y una pantalla serán las claves del asunto, también la autonomía y los tiempos de duración de carga y de baterías”.
En este nuevo modelo entre PC y dispositivo móvil, pensando más a largo plazo, considera que también habrá que tener en cuenta la tecnología de proyección que podrá permitir proyectar la pantalla sobre la pared y, por supuesto, usar de forma sencilla las pantallas de televisión.
Colapso de empresas de Internet
Ruiz cree que la falta de previsión provocará el colapso de muchas empresas de Internet. Considera que los proveedores de servicios de Internet, y aquellos que ofrezcan servicios en la nube, tendrán que aumentar mucho su ancho de banda para poder dar servicio a una creciente cantidad de clientes que se conectarán con 5G.
“Existe el llamado problema del ‘cuello de botella’. Un problema que hemos explicados muchas veces para demostrar que un NAS es una mala opción comparado con un servicio en la nube. Por supuesto los que venden estos dispositivos no lo cuentan”.
El problema del “cuello de botella” se produce cuando los usuarios sobrepasan la capacidad en ancho de banda del servicio en la nube.
Como ejemplo, ha explicado que un servicio que puede proporcionar un caudal de Internet de 400 Mbps y se conectan dos clientes con una conexión de 200 Mbps, entonces se habrá alcanzado el máximo que ese servicio puede suministrar.
De esta forma, un tercer cliente no conseguirá conectarse pero, si ahora se imaginara que sólo hay conectado un usuario que utiliza tecnología 5G, se multiplica por 100 su capacidad de conexión.
En el ejemplo, irá a 20 mil Mbps y esto se traduciría en que el servicio estaría saturado por un sólo usuario, sin quedar caudal para los demás.
“En conclusión, todo proveedor que no aumente hasta 100 veces su capacidad se verá colapsado. Otra técnica será distribuir la carga según las conexiones de sus usuarios”.
El CEO de Dataprius también ha visto previsible el cierre de los departamentos TI de las empresas y su salto obligatorio a la nube.
Aquellas empresas que hasta el momento hayan mantenido apatía de pasar su infraestructura a la nube, no tendrán más remedio que hacerlo, consolidando así los proveedores de cloud computing.
Y es que mantener los servicios o aplicaciones abiertos a Internet, desde las propias dependencias de la empresa, se convertiría en algo inviable cuando la velocidad de las conexiones aumenta drásticamente y cuando todo el software ya se ofrece en cloud, pagando por lo que se usa y reduciendo los costos.