UGT recomienda olvidarse de los procesos habituales y encarar la modernización a todas las empresas españolas, pues le alarma que los procesos tecnológicos no han sido adoptados por un gran número de compañías. Desde la organización sindical se exhorta a evitar los grandes riesgos que supone no estar en la nube.
Evitar el aislamiento y asumir los retos competitivos es la bandera que se ha alzado desde la Unión General de Trabajadores (UGT) para exhortar a las empresas españolas a “abrazar la modernización tecnológica”.
Y es que ven con preocupación las cifras de resistencia al cambio a la nueva era del internet, por lo que han dejado claro que no atreverse implicaría un grave peligro para la competitividad de las compañías.
En una reciente estudio realizado por UGT Castilla y León, en colaboración con el departamento de Sociología de la Universidad de Vayadolid, se explica que muchas empresas aún ignoran que el cambio a lo digital es sencillamente indispensable para la sostenibilidad de toda organización.
En el estudio, denominado «Efectos e implicaciones de la transformación digital a nivel legal, laboral y social«, se ha revelado que más de 954 mil empresas no poseen conexión a internet ni mucho menos herramientas corporativas digitales que les permitan procesos eficientes, tales como una página web. Esta cifra, de acuerdo a la publicación, se ha incrementado en aproximadamente 2% en un año.
Desde la UGT se infiere que la situación podría repercutir en el crecimiento de la economía española, tomando en cuenta que existe un desequilibrio en el ritmo de adaptación, pues son “muy elevadas” las diferencias entre los distintos sectores.
La confederación sindical ha tomado además como referencia los datos del informe anual e-PYME 2017 del Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (ONTSI) donde, entre otros factores, se expuso la resistencia de las compañías españolas a los cambios modernos.
Le parece que la migración de los esquemas tradicionales al mundo web no está teniendo la atención debida, lo que podría repercutir en el esperado desarrollo productivo de la nación.
A la UGT le alarma que aproximadamente un millón de asociaciones no dispongan de internet, de un universo de 3,3 millones registradas, de acuerdo al referido informe. Eso sin obviar que el 99,4% de las empresas son pequeñas y medianas, las mismas que se muestran renuentes a las nuevas tecnologías.
“Este grado de aislamiento digital es mucho mayor cuanto más pequeña en la empresa. Así, las microempresas, aquellas con menos de 9 asalariados, presentan ratios de exclusión superiores a las PYMES y muy superiores que las grandes empresas (de más de 200 o más empleados). Una de cada cuatro microempresas no dispone ni de un ordenador, factor impensable en empresas de mayor tamaño”.
Innovación tecnológica
En la publicación además se explica que sólo el 38,2% de los trabajadores de las microempresas están dotados de portátiles con capacidad de conexión móvil, para uso empresarial, mientras que en las PYMES eso representa el 27,5%. Los datos no resultarían muy agradables para la UGT ante la movilidad empresarial que podrían aportar las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).
El dato más impresionante del retraso tecnológico en España, para este interlocutor social, es el relativo a las ventas mediantes canales electrónicos. “En la era del e-commerce sólo el 1% de las compañías venden sus productos por medios telemáticos. Además, este atraso tecnológico va acompañado de una parálisis preocupante: el número de empresas que venden por Internet ha descendido un 1% desde 2015”.
En la organización progresista se considera que difícilmente se podrán ver otras tecnologías punteras como el big data y la computación en la nube si la venta electrónica no se expande en las compañías. Creen que las redes sociales han tenido mayor aceptación de acuerdo a las cifras del ONTSI, pues el 50% las usa, aunque no analizan su dinamismo en el estudio.
Las diferencias en las ofertas tecnológicas son muy marcadas entre los distintos sectores de la economía española, a juicio de la UGT, que toma como referencia los casos de las PYME-hoteles-viajes y el transporte: el primer grupo posee páginas web, pero, sólo el 7% del segundo las dispone. Esto les hace puntualizar que desconocen el valor fundamental de esas herramientas para sus crecimientos.
En cuanto a las redes sociales, sólo el 15% de las microempresas del sector construcción utiliza estos medios para su mercadeo o promoción, mientras que, la presencia de las PYMES-TIC es del 85%. Este es otro claro ejemplo de los marcados contrastes, según la Unión General de Trabajadores.
“Estas desoladoras cifras y el hecho de que sólo un 4% de las pymes imparten formación digital a sus plantillas y que únicamente la mitad de los trabajadores españoles utilizan un ordenador conectado a Internet en su trabajo habitual, demuestran que el tejido productivo español se aferra a un peligroso inmovilismo tecnológico”.
Legislación española sobre las TIC
Para el sindicato, con presencia en todos los sectores de actividad y en todo el territorio español, la tarea de la modernización tecnológica no solamente es de las empresas sino de los legisladores, ya que el cambio supone otra mentalidad que permita ver más allá. Está convencido de que la transformación digital colocará al país al nivel de competitividad de potencias mundiales.
En este sentido, Europa cuenta con la Directiva 95/46/CE que fija los criterios de protección de datos y su libre circulación, así como la Agencia Europea de Seguridad de las Redes y de la Información (ENISA) y la Comisión Europea que se encargan de esta materia.
En España, concretamente, existen normas para la protección de datos en la nube como la Ley Orgánica de Protección de Datos de Carácter Personal (LOPD) y la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y del Comercio Electrónico (LSSI). La idea de la UGT es que, más allá de la norma, exista la disposición de las compañías para asumir la modernización tecnológica.