La edge computing (computación de borde) se ha situado como el nuevo paradigma de la informática, contribuyendo a la transformación digital de las organizaciones al facilitar el vínculo entre la conexión a internet y el almacenamiento de datos a la ubicación deseada.
Desde Telefónica también se ha afirmado que esta tecnología mejora los tiempos de respuesta y ahorrando ancho de banda, al tiempo que permite a los usuarios obtener servicios más rápidos y fiables.
A las empresas, por su parte, les ofrece flexibilidad en el uso y distribución de sus recursos en una gran cantidad de ubicaciones. “El 5G y la fibra óptica son dos tecnologías clave para el adecuado desarrollo de esta tecnología”.
Una de las características principales de la edge computing es que ejecuta las cargas de trabajo en la nube, “las cuales son entornos de TI que se extraen, se agrupan y luego comparten los recursos flexibles en una red”.
“Centraliza los servicios de la nube en un grupo de datos grandes. Este proceso permite ampliar y compartir los recursos con una eficiencia mayor y sin descuidar la seguridad empresarial ni el control”.
También se encarga de los casos que no se pueden abordar adecuadamente con el enfoque de centralización de la cloud computing (computación en la nube), debido a los requisitos de la red u otro tipo de restricciones.
Reduciendo la latencia
En Telefónica saben que varios proveedores de servicios de telecomunicaciones han tomado el uso de la edge computing como una prioridad, ya que cada segundo es importante al trabajar con aplicaciones con gran demanda de red como llamadas de voz y video.
“Esta nueva tendencia tecnológica reduce de manera considerable los efectos de la latencia (tiempo que tarda la información en ir al servidor y volver al usuario)”.
Se ha afirmado que la mejor forma de optimizar los procesos es evitando la comunicación con la nube, en algunos entornos, en la medida que resulte posible.
Esto permitiría reducir latencias, consumir menos ancho de banda y acceder inmediatamente a los análisis y evaluaciones del estado de sensores y dispositivos.
La edge computing, entonces, debe constituirse a partir de una estructura de red específica para poder ofrecer servicios más rápidos y confiables.
Esto comienza con un sistema principal de la empresa o proveedor, que son los niveles tradicionales que no se encuentran en el extremo de la red.
“Estos pertenecen a los proveedores de nube pública, los de servicios de telecomunicaciones o a las grandes empresas operados por ellos”.
Le sigue el extremo del proveedor de servicios, aquel que se encuentra entre los centros de datos principales o regionales, y es el último tramo que tiene la red. Suelen pertenecer a empresas de telecomunicaciones o proveedores de servicios de Internet, quienes gestionan y prestan sus servicios a varios clientes.
El extremo de las instalaciones del usuario final, por su parte, es el nivel de la red que puede incluir el edge computing de las empresas. Se trata de una tienda pequeña, fábrica o un tren; el hogar o un vehículo, en el caso de los consumidores.
Finalmente, extremo del dispositivo es el sistema independiente que no se encuentra agrupado en clústeres y se conecta directo a los sensores o activadores por medio de protocolos que no son de Internet; representa el extremo más alejado de la red.
Ventajas de la edge computing
Además de disminuir los costos de la red, evitar las restricciones del ancho de banda y reducir las demoras en la transmisión, la edge computing limita los errores del servicio, controla la transferencia de datos confidenciales y reduce los tiempos de carga.
“Se destaca por su aporte al mercado de las aplicaciones, permitiendo lograr un menor tiempo de respuesta y mejor calidad en su prestación”.
Finalmente, desde Telefónica se ha asegurado que esta revolución informática contribuye en la implementación de las estrategias de transformación digital en las organizaciones, mejorando el almacenamiento de datos.
Igualmente, logra una mejoría en la seguridad en la información y optimiza los procesos tecnológicos. Todo esto se traduce en una mejor experiencia de navegación para el usuario.