La cantidad de datos digitales generados y almacenados crece tan deprisa que deja rápidamente obsoletas todas las previsiones. La última estimación, calcula que en 2020 el universo digital alcanzará los 40 zetabytes (ZB).
Un zetabyte equivale a 1.000 millones de terabytes. Si se guardara toda esta información en discos Blu-Ray, el peso de los soportes, sin contar los embalajes, equivaldría a 424 portaaviones de la clase Nimitz.
A finales de este año, se calcula que existirán en el planeta unos 2,8 ZB. Sin embargo, esta cantidad de información aumenta de forma exponencial debido a la proliferación de dispositivos informáticos y móviles, el desarrollo de Internet y el incremento de los datos generados por las máquinas (por ejemplo las cámaras de videovigilancia). Esto provocará que el volumen de información digital se multiplique por 50 en los próximos siete años.
Lo más llamativo es que la mayoría de esta información digital no está siendo aprovechada. Sólo el 3% de estos datos son clasificados y analizados mediante las tecnologías de Big Data. Además, el 20% no cuenta con ningún tipo de protección. Estas carencias suponen una gran oportunidad de negocio para las empresas dedicadas al sector de los Big Data, que verán incrementarse enormemente la demanda de sus servicios.
También habrá cambios en la geografía digital, ya que en 2020 los países emergentes superarán a Europa, Estados Unidos y China en producción de datos, a medida que las tecnologías digitales lleguen a capas más amplias de la población.