Hace menos de 8 años la ciberseguridad no recibía una atención de estado ni a nivel nacional, ni internacional. En la actualidad, considerada como una de las mayores amenazas de nuestro siglo, son muchas las leyes y normas que se han pedido ya para proteger este nuevo entorno que sin lugar a dudas nos ha superado.
Los ataques informáticos y la filtración de información, se sitúan como la mayor preocupación de los altos cargos del panorama empresarial español
El término ciberseguridad se refiere a una amplia variedad de problemas que la pequeña comunidad de investigadores y programadores que desarrolló Internet en los años 70 y 80 no tuvo muy en cuenta. En 1996, solo usaban Internet 36 millones de personas (cerca del 1% de la población mundial). A inicios de 2018 ya había 3.700 millones de personas conectadas y se calcula que los macrodatos, el aprendizaje automático y el “Internet de las cosas” pueden llevar la cantidad de conexiones en la Red a casi un billón en 2035, la mitad de la población mundial. Internet se ha convertido en sustento vital de las interacciones económicas, sociales y políticas.
Teniendo en cuenta el ritmo de ciberataques que no se limitan a objetivos de alto nivel, sino que pueden afectar a cualquier empresa que dependa de aplicaciones, dispositivos y sistemas en red, la legislación se ha puesto las pilas y ha acordado el procedimiento para la elaboración de una nueva Estrategia de Ciberseguridad Nacional que recoja los objetivos y las líneas de acción recogidas en la Estrategia de Seguridad Nacional aprobada en diciembre de 2017.
Entre tanto la Comision Europea, ha enviado un requerimiento formal a 17 Estados miembros, entre ellos a España, para incorporar plenamente en las legislaciones nacionales la primera parte de la legislación de la UE sobre ciberseguridad.
Los Estados miembros velarán por que los operadores de servicios esenciales tomen las medidas técnicas y de organización adecuadas y proporcionadas para gestionar los riesgos que se planteen para la seguridad de las redes y sistemas de información que utilizan en sus operaciones.
Los principales jugadores en el mundo “cloud”, Amazon, Microsoft, Oracle, IBM y Google, siguen unos modelos de negocio en los que invierten recursos económicos y humanos sin límites para evitar todas las posibles brechas, lo que significa que son las empresas más seguras del mundo. Habiendo invertido estas, grandes cantidades de dinero en la seguridad de sus servicios, apuestan por un modelo en el que incluso en las escuelas desde primaria se de ya una asignatura de Ciberseguridad y uso de Internet.