Cloud Sprawl o despilfarro en las nubes, se ha convertido en un nuevo e importante quebradero de cabeza para muchas organizaciones que han movido todos sus recursos creando instancias más nuevas sin una planificación y supervisión adecuadas, lo que conlleva a aumento de costos, vulnerabilidades de seguridad y las amenazas a la integridad de los datos entre otros.
La expansión de la nube es el exceso de máquinas o cargas de trabajo en ejecución, a menudo sin el conocimiento de la empresa. La dispersión ocurre cuando una organización no supervisa adecuadamente la administración o el control de su entorno en la nube. Esto genera tareas de locos al departamento de TI porque los efectos repercuten a diversos cargos, desde el administrador de TI que tiene que redondear todas las instancias incontrolables en el entorno, hasta el CIO que debe asumir el alto costo de ejecución esas cargas de trabajo innecesarias y adicionales.
En una encuesta de 200 directores de TI en Europa, se pone de manifiesto los siguiente:
- 54% desconocen el número de servicios de cloud público utilizados por sus empleados.
- 57% manifiestan preocupación por los crecientes costes derivados de la utilización indiscriminada de servicios de cloud público.
- 76% admiten que los usuarios incumplen sistemáticamente las políticas de TI relativas al uso de servicios en el cloud público.
Las empresas de todos los tamaños y sectores aprovechan los miles de servicios que ofrece la nube y alojan sus aplicaciones, datos e infraestructura. Este factor unido a la facilidad para añadir recursos y crear instancias es complejo y difícil de controlar generando cargas de trabajo inactivas u olvidadas, de trabajo no persistentes y sobrecargados.
Del mismo modo, cuando las organizaciones comienzan a crear múltiples plataformas de software, políticas de seguridad, imágenes del sistema operativo, tipos de instancias de servidor, requisitos específicos de la aplicación y scripts de implementación etc, deben adaptarse en consecuencia para evitar confusiones y solapamientos. El retraso en estas acciones podría llevar a la expansión de la nube, lo que podría tener un impacto mortal en cualquier organización o empresa.
La externalización de estos servicios son cada vez más habituales. Realizar inventario con regularidad y revisar los recursos asignados a cada instancia, utilizar un único panel de control, formar continuamente a los desarrolladores y disponer de una plataforma de gestión de cambios única para la nube son pautas que ayudarán a evitar la expansión.