En Microsoft han aplaudido las Directrices de la EBA (Autoridad Bancaria Europea) sobre acuerdos de subcontratación que, en parte, abordan el uso de la computación en la nube para servicios financieros.
Dave Dadoun, asistente del Asesor General de Microsoft, ha recordado que durante varios años han compartido perspectivas con los reguladores sobre la manera en que se puede modernizar la regulación para abordar la computación en la nube.
Por supuesto, sin disminuir la seguridad, privacidad, transparencia y las salvaguardas de cumplimiento necesarias en un mundo de nube nativa o nube híbrida.
A su juicio, la computación en la nube puede brindar a las instituciones financieras una mayor garantía de riesgo, particularmente en aspectos claves como la administración de datos, protección de datos, tratamiento de amenazas cibernéticas y mantenimiento de la capacidad de recuperación.
Cree que la comunidad de servicios financieros tiene una oportunidad sin precedentes por delante con nuevas tecnologías como la nube, Inteligencia Artificial (IA) y la cadena de bloques (Blockchain).
Y es que pueden crear nuevas experiencias para los clientes, gestionar el riesgo de manera más efectiva, combatir los delitos financieros y cumplir objetivos operativos críticos como lo están haciendo muchas empresas.
“Los bancos, las aseguradoras y otros proveedores de servicios están eligiendo la innovación digital para abordar estas oportunidades en un momento en que la competencia está aumentando desde todos los ángulos, tanto de jugadores tradicionales como no tradicionales”.
Sin embargo, la falta de claridad en la regulación podría dificultar la adopción de estas tecnologías, ya que el cumplimiento normativo sigue siendo fundamental para las instituciones financieras que utilizan tecnología en la que confían.
“De hecho, la pregunta común que recibo de los clientes es: ¿Los reguladores me permitirán usar su tecnología? ¿Han incorporado las capacidades para ayudarme a cumplir con mis obligaciones de cumplimiento?”.
La nube para servicios financieros
Dadoun ha dicho que en el núcleo de las Directrices de la EBA se encuentra un conjunto de principios flexibles que abordan la nube en los servicios financieros.
Inclusive, desde la EBA se ha dejado claro que “estas directrices están sujetas al principio de proporcionalidad” y que “deben aplicarse de manera apropiada, teniendo en cuenta, en particular, el tamaño de la institución o de la institución de pago», entre otros aspectos.
Las pautas establecidas para armonizar los enfoques en todas las jurisdicciones, además, las ha catalogado como un gran paso adelante para que las instituciones financieras tengan previsibilidad y consistencia entre los reguladores en Europa.
“Creemos que la EBA tomó esta decisión inteligente para respaldar la innovación de vanguardia y la adopción responsable, y prepararse para una tecnología más avanzada como el Aprendizaje Automático (Machine Learning, ML) y la IA en el futuro”.
Es por esto que en Microsoft, en vista de que estas directrices reflejan un enfoque modernizado que trasciende Europa, ha actualizado su Enmienda global de servicios financieros para que los clientes reflejen estos cambios claves.
También han creado un documento de mapeo regulatorio que muestra cómo los servicios en la nube y los compromisos contractuales subyacentes se mapean con estos requisitos en una Lista de verificación de la UE.
Claves de las nuevas directrices
Debido a que en Microsoft consideran este paso como un hito tan importante para el sector financiero, se ha compartido su punto de vista sobre algunos aspectos claves de las Directrices de la EBA.
Estos tips podrían ayudar a las empresas, en el futuro, a acelerar la transformación de la tecnología con la nube de la compañía.
Y es que creen en la naturalidad de extender los derechos de auditoría a los proveedores de la nube en circunstancias que lo justifiquen, a medida que la nube se ha vuelto más frecuente.