No adecuarse a los nuevos cambios tecnológicos supondría la pérdida de tiempo, espacio y dinero para las pequeñas y medianas empresas (PYME). La conclusión no sólo obedece a opiniones de expertos o proveedores especialistas en servicios en la nube, sino además a compañías de investigación sobre la Tecnología de la Información (TI).
Y es que en la actual era de la nube, para muchos, ya no debería esperarse más tiempo para tomar las decisiones que revolucionen las organizaciones y les permitan la automatización de sus procesos. Se maneja la concepción de que los servicios cloud no son el futuro, sino una realidad en el presente.
Esa realidad ha sido aceptada por millones de empresas en el mundo, pero, existe un buen número que hasta ahora se niega a la modernización tecnológica, de acuerdo a estudios recientes. La negación parte desde la falta de conocimientos o desinterés por las bondades de la nube, hasta el temor por la inseguridad cibernética.
Una investigación de VMware Ascending Cloud, por ejemplo, determinó que la gran mayoría de gerentes de Tecnología de la Información (TI) a escala mundial ven con preocupación el riesgo que implica la seguridad de la información. Lo toman como el principal desafío a resolver para arriesgarse a asumir los nuevos modelos de computación altamente demandados. Recomiendan acelerar la transformación digital mediante enfoques bien definidos de software para negocios y TI.
Por otro lado un estudio realizado por Sage Business Cloud, logró analizar el impacto financiero que supone la falta de productividad para las pymes.
Para sus conclusiones, se amparan en la determinación del alto tiempo dedicado a labores administrativas por parte del personal, lapsos que pudieran servir para otras ocupaciones rentables si contaran con soluciones en la nube.
La investigación de Sage, tomó como universo 11 mercados de Europa, Reino Unido, Alemania, Francia y Estados Unidos. Allí se ha determinado que las pymes han tenido pérdidas financieras que alcanzan los 275 millones de dólares durante los primeros ocho meses de 2018, una cifra que genera inquietud para la investigadora.
Resalta el caso de España donde la escasa productividad ha generado pérdidas económicas por más de 20 mil millones de euros en lo que va de este año, lo que se traduce en 1.105 euros por segundo. Se explica que los resultados son producto del tiempo que emplea el personal en labores administrativas o de rutina.
Si el panorama fuera distinto y esas mismas pymes españolas estuvieran funcionando desde la nube, es decir de manera digital, los empleados pudieran usar el tiempo para actividades destinadas al desarrollo de las organizaciones.
Según Sage, la ocupación en labores estratégicas que conlleven al crecimiento económico de las empresas, significaría mayor aprovechamiento de los espacios y el tiempo por parte de la mano de obra calificada, así como ganancias más relevantes.
Digitalización empresarial
Dar el paso a la digitalización empresarial, donde se involucre el almacenamiento de datos, procesos contables, administrativos, compras, ventas, gestión de recursos humanos, nóminas y hasta facturación, entre otros servicios, repercutiría de forma positiva en las cifras económicas de las pymes, aumentaría la productividad y se lograría el crecimiento empresarial, de acuerdo a la publicación.
Si las pymes españolas se adaptaran a las nuevas tecnologías y se lograra, al menos, el aumento del 5% en sus procesos productivos, se calcula que el Producto Interno Bruto (PIB) nacional se incrementaría en más de 13 mil millones de euros.
Luis Pardo, consejero delegado de Sage Iberia, ha dicho que los datos que se extrajeron del estudio reflejan que las empresas podrían tener una gestión más eficiente “si redirigen las horas invertidas en tareas básicas a labores de innovación, atracción de clientes y aumento de ingresos”.
“Sólo así las pymes podrán avanzar de forma efectiva, cuando los informes de gastos, facturación, nómina y gestión de pagos no sean las actividades que más tiempo ocupen a los empresarios”, indicó el ejecutivo, quien espera que las organizaciones entiendan que la prosperidad de las economías futuras depende del éxito de los negocios actuales.
“Con estos datos espero que podamos alentar a las administraciones e instituciones a llevar a cabo políticas que aborden los problemas de productividad a los que se enfrentan los autónomos y desarrollen cambios en los marcos regulatorios que obstaculizan su progreso”.
El informe denominado “Transpirar las cosas pequeñas: el impacto de la carga burocrática” (Sweating the Small Stuff: the impact of bureaucracy burden en inglés) fue realizado en colaboración con la consultora Plum.
Abarcó tres mil empresas, entre esas las pymes españolas, para analizar los gastos administrativos, el uso de tecnología para la reducción de las tareas habituales y la forma en que los gobiernos podrían impulsar la digitalización empresarial.