ButcherBox ha recurrido a Microsoft para adoptar a Azure como su plataforma en la nube desde hace aproximadamente un año. A día de hoy, en la compañía han aprovechado el poder de los datos para desarrollar un “plan de demanda” que, precisamente, utiliza los datos de compra de los miembros para determinar la cantidad de carne que se debe pedir y reponer en los centros de distribución.
Se trata de una empresa lanzada en 2015 para la entrega de cajas con carne congelada de res alimentada con pasto, pollo orgánico de corral y cerdo de raza tradicional, a suscriptores o “miembros” en todo Estados Unidos.
Azure le ha permitido crear y leer paneles a sus aproximadamente 70 empleados, usando la herramienta de visualización de datos Power BI de Microsoft. Además, han podido entrevistar a más de 100 suscriptores de ButcherBox, utilizar el servicio Databricks de Azure para analizar sus comentarios y organizarlos en informes fácilmente comprensibles en Power BI.
Las entrevistas les han revelado una idea clave: la razón principal por la cual las personas cancelaban sus suscripciones no era la falta de espacio en el congelador, como se pensaba anteriormente, sino el valor.
Entonces, con base en ese hallazgo, la compañía ha implementado un programa de “complemento” que ofrece beneficios a los miembros (tocino gratis) y ofertas especiales en ciertos productos, a menudo reduciendo los precios de las tiendas de comestibles en esos artículos promocionales.
De acuerdo a lo anunciado desde Microsoft, los datos más sólidos también han permitido que la compañía determine mejor cuánto hielo seco se necesita para cada caja enviada en función de la ubicación geográfica, un cálculo crucial tomando en cuenta que demasiado hielo puede causar fugas y muy poco puede significar un envío descongelado.
“Si alguien no recibe su caja o aparece tarde, está arruinada. Así que comprender realmente nuestros datos, qué es el envío, dónde están las cajas, se convirtió en el grito de guerra de la compañía, en una gran manera de entender a nuestros miembros y construir nuestra infraestructura de datos”.
La cita corresponde a Mike Salguero, fundador de ButcherBox, empresa originaria de Boston. Y es que fue precisamente allí donde nació la inquietud de él y Karlene, su esposa, por un negocio que ofreciera este tipo de productos cárnicos.
Ambos se encontraban en un estacionamiento de Massachusetts comprando bolsas de carne de res de un agricultor local. Karlene tiene una afección tiroidea y, por eso, la pareja quería cambiar a una dieta antiinflamatoria que incluye carne magra alimentada con pasto.
En los supermercados locales, según la publicación, sólo encontraron poco más allá de la carne molida y el bistec ocasional alimentado con pasto y, de ahí, la compra del estacionamiento.
Esa era demasiada carne para que la pareja comiera, así que Salguero le dio algo a un amigo quien les comentó lo conveniente que sería tener carne de alta calidad entregada en casa. “Esa fue la chispa inicial de la idea para ButcherBox”, dijo Salguero.
Del campo a la nube
Se ha indicado que ButcherBox sólo vende carnes criadas sin antibióticos u hormonas agregadas, las envía en cajas hechas de 95% de materiales reciclados y se enorgullece de asociarse con proveedores que utilizan enfoques sostenibles y humanos, así como prácticas laborales justas.
ButcherBox no publica cifras de ventas, pero Salguero ha dicho que ha crecido exponencialmente desde su lanzamiento, incluso sin buscar capital de riesgo. Es por eso que la recopilación y el análisis de datos se hicieron cada vez más importantes a medida que la compañía se expandía.
Sin embargo, los datos limitados que tenía estaban principalmente en hojas de cálculo de Excel y no proporcionaban la profundidad de información que los empleados necesitaban.
Por ejemplo, los agentes de servicio al cliente no tenían acceso a los datos del almacén y no podían verificar si la casilla de un miembro se había llenado o dónde estaba. Además, los equipos en varios departamentos estaban reuniendo los datos de manera ad hoc, lo que condujo a percepciones inconsistentes e imprecisas.
“Dependiendo de qué departamento era y de dónde obtuvieron los datos, todos tenían sus propias verdades sobre lo que estaba sucediendo en el negocio. La gente comenzó a darse cuenta de que era necesaria una única fuente de verdad”, ha señalado Kevin Hall, jefe de Tecnología de ButcherBox.
“La gente se volvió emprendedora para encontrar formas de responder preguntas, pero como organización es bastante arriesgada, porque ni siquiera sabemos si es correcto”, según Salguero.
Ahora, ButcherBox se está enfocando en el uso de la ciencia de datos y análisis para proporcionar un servicio más personalizado, comenzando con la identificación de “grupos” de miembros que tienen gustos y hábitos de compra similares para determinar qué productos y servicios comercializar.
“No tiene sentido mostrarle a alguien carne de res si realmente son miembros de pollo o salmón. Realmente estamos buscando entender los datos para poder servir a los miembros de una manera mucho más personalizada”.
Pero no solamente han podido hacer eso. La compañía, en vista de que los datos mostraron que los miembros que compran ciertos tipos de cajas tienen más probabilidades de irse, ha comenzado a sugerir diferentes opciones a esos miembros e introdujo nuevos planes de suscripción con diferentes horarios de entrega.
Reba Hatcher, jefe de Personal de ButcherBox, ha comentado que le están dando a las personas más flexibilidad para cambiar a un plan que viene con menos frecuencia. “Darle a la gente esas opciones ha sido realmente útil”.
La cultura de los datos
Aunque ButcherBox todavía se encuentra en las primeras etapas de uso de Azure, Salguero ha confirmado que la medida ya ha cambiado radicalmente la forma en que los empleados piensan y operan.
“Es bastante sorprendente ver el cambio cultural debido a lo que estamos haciendo con Microsoft. Es una conversación totalmente diferente. La gente solía sentarse alrededor de una mesa y decir: ‘Realmente no sé qué está pasando’. Ahora es como, ‘¿Sacaste los datos para eso?’ o ‘Veamos este tablero y tomemos una decisión basada en lo que vemos’”.
A su juicio, la cultura realmente ha pasado a depender de los datos que tienen en la organización. Y es que ya se han percatado de que la gente confía en los datos y que esto es cada vez mejor.