La transformación en las organizaciones pasa por la digitalización y el uso de la tecnología. Este hecho permite obtener ventajas competitivas, entre otras cosas. Las áreas de TI, entonces, deben evolucionar y adaptarse a las demandas para afrontar este nuevo escenario, asumiendo por supuesto la gestión del riesgo digital.
Desde la firma de análisis IDC España se ha informado que el 45% de los CIO centrará su atención en 2020 en generar negocio a través de iniciativas digitales, las mismas que podrán identificar nuevas líneas de ingresos o mejorar y hacer más eficientes aquellas ya existentes.
Por ello, las organizaciones deben ser ágiles en este proceso de transformación y, además, tienen que procurar ser más rápidas y eficientes, maximizando la experiencia de usuario. Aquí es donde entra en juego la calidad del servicio que, según lo planteado, se basa en la forma en la que se realiza la gestión del riesgo digital.
En una entrada de blog se ha explicado que todas las industrias se han visto impactadas por la digitalización. Según IDC España, de hecho, todas las industrias crecen en inversión para la digitalización en más de un 20% (2019-2021).
“En este escenario las fronteras de seguridad se difuminan. Y, la inversión en seguridad necesaria para garantizar tanto la seguridad e dispositivos como de evitar fuga de datos, aumenta”.
Las principales amenazas a las que se enfrenta cualquier industria son el ciberterrorismo y el cibercrimen. Entonces, se hace necesario articular mecanismos de seguridad que permitan detectar, analizar y eliminar las amenazas.
También son importantes aquellos planes de actuación que permitan establecer con claridad qué hacer ante una brecha de seguridad. La idea es mantener siempre protegida y la disponible la información.
La evolución de los sistemas
Desde IDC España se ha recordado que la entrada en vigor del GDPR (Reglamento General de Protección de Datos) de la Unión Europea ha establecido las directrices para incorporar la gestión y protección de los datos.
Además del cumplimiento normativo, no se puede dejar a un lado que existe un riesgo reputacional adicional. Y es que, según datos de una encuesta de IDC de 2018, el “56% de los usuarios que vean comprometidos sus datos no confiarán más en la organización”.
La gestión del riesgo digital, entonces, es esencial para evitar la pérdida de competitividad dentro del mercado. En este escenario, se ha insistido en que será clave determinar cómo se hará la gestión del riesgo y el cumplimiento normativo dentro de las organizaciones.
Hay que mencionar que las tecnologías de tercera plataforma y los aceleradores para la innovación: cloud, IA/ML, Blockchain, permiten manejar volúmenes cada vez mayor de datos. Aquí, el objetivo es poder generar nuevos modelos de negocio exitosos que permitan explotar los datos de la organización.
Según datos de IDC España, en la actualidad se generan dos mil 119 Tb de datos cada minuto y, de esa cantidad, el 20% es información en tiempo real. Lo indicado significa que ser ágil en la forma de capturar y tratar los datos es clave, pues de ello dependerá si se quiere ser competitivo en este nuevo escenario.
“Por tanto, las organizaciones deben evolucionar sus sistemas y dotarlos de la flexibilidad, agilidad y escalabilidad. Deben poder adaptarse no sólo a esta nueva realidad, sino que permitan realizar modificaciones y nuevas adaptaciones”.
Inclusive, se habla de modificaciones en corto plazo, si fuera necesario, garantizando la continuidad del negocio, además de la eficiencia operacional en los procesos de negocio. La gestión del dato, en este escenario, es esencial, pero la gestión del riesgo digital es fundamental.
Disponer de una estrategia digital
El 62% de las empresas españolas actualmente se encuentra en un estado de madurez digital moderado, según lo publicado por IDC España. Esto se traduce en que estas empresas disponen de una estrategia digital y han desarrollado algún proyecto, piloto o servicio digital.
“Gestionar esta transformación digital en la gestión de riesgos requiere por un lado fortalecer la capacitación digital de los trabajadores. El objetivo es mejorar la gestión del riesgo, la automatización de las decisiones y la monitorización digital de la información”.
También, la utilización de flujos automatizados, analítica avanzada mediante Machine Learning e Inteligencia Artificial ML/IA, así como el acceso a nuevas fuentes de datos, se posicionan como elementos esenciales que ayudan a gestionar, controlar y mitigar todos los riesgos inherentes al proceso de transformación.
En este escenario de gestión del riesgo digital, por tanto, será necesario mantener el nivel preciso de inteligencia de amenazas y capacidades avanzadas de análisis, junto con las habilidades para interpretar y actuar sobre los hallazgos.
“Es en este escenario donde los servicios de seguridad gestionada están emergiendo en la actualidad”.
En este sentido, el mercado de servicios de seguridad gestionada presenta una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) de 10,3% para el periodo 2019-2021, de acuerdo a IDC España.
Esto, según lo indicado, se debe a la necesidad de las empresas de asegurar una correcta gestión del riesgo digital. Y es que, en un escenario de complejidad y la frecuencia de las amenazas de seguridad en aumento, se hace necesario impulsar una postura de seguridad más holística, proactiva y predictiva, en lugar de reactiva.