El Paris Call, un acuerdo cuyo objetivo es estimular la acción colectiva en favor de la seguridad del ciberespacio, sigue sumando nuevos miembros que se comprometen a la protección y ciberseguridad de los productos y sistemas digitales.
El 12 de noviembre de 2018, Emmanuel Macron, presidente de Francia, lanzó el Llamado de París (Paris Call) para la Confianza y la Seguridad en el Ciberespacio. El anuncio lo hizo durante el Foro de Gobernanza de Internet de la UNESCO (IGF).
Esta declaración de alto nivel sobre el desarrollo de principios comunes para asegurar el ciberespacio ya ha recibido el respaldo de muchos Estados, así como de empresas privadas y organizaciones de la sociedad civil.
Recientemente, Huawei se ha sumado al Paris Call y de esta manera se une a otras 564 entidades que se han comprometido públicamente a fortalecer la ciberseguridad.
Se ha conocido que los miembros del grupo incluyen actualmente 67 estados, 139 organizaciones internacionales y de la sociedad civil, así como 358 empresas del sector privado.
Los partidarios del Llamado de París se comprometen a trabajar juntos para aumentar la prevención y la resistencia a la actividad maliciosa en línea, proteger la accesibilidad e integridad de Internet, cooperar para evitar interferencias en los procesos electorales y trabajar juntos para combatir las violaciones de propiedad intelectual a través de Internet.
Además, mantienen el compromiso de prevenir la proliferación de programas y técnicas maliciosas en línea, mejorar la seguridad de los productos y servicios digitales, así como la “higiene cibernética” de todos; reprimir las actividades mercenarias en línea y las acciones ofensivas de actores no estatales; así como trabajar juntos para fortalecer los estándares internacionales relevantes.
La ciberseguridad como problema mundial
A casi un año de ser impulsado por el Gobierno francés, el Paris Call ha sido calificado como una declaración del compromiso para la colaboración contra uno de los problemas más complejos del mundo: la ciberseguridad.
Es por eso que sus miembros se han comprometido al trabajo conjunto para hacer que los productos digitales sean más seguros, fortalecer las defensas colectivas contra el cibercrimen y promover la cooperación entre las partes interesadas traspasando las fronteras nacionales.
“Además, los firmantes también se comprometen a cumplir con las normas internacionales de comportamiento responsable en el ciberespacio”.
Huawei, como proveedor líder global de soluciones de Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), ha apostado por una gran inversión en investigación para dotar a sus productos y soluciones con la máxima seguridad posible, al tiempo que se ha comprometido a garantizar la seguridad de todos los clientes y usuarios.
John Suffolk, responsable global de Privacidad y Ciberseguridad en Huawei, ha asegurado que la búsqueda de una mayor y mejor seguridad es la base de la existenciade la compañía.
“Apoyamos completamente cualquier esfuerzo, idea o sugerencia que pueda mejorar la capacidad de resistencia y la seguridad de los productos y servicios para gobiernos, clientes y sus consumidores”.
Mediante un comunicado de prensa también ha expresado que la empresa apoya esta acción global de colaboración para mejorar las defensas contra el cibercrimen, incluyendo estándares abiertos, la transparencia y los estándares acordados a escala internacional.
Nuevas iniciativas
Se ha añadido que Huawei, como miembro del Paris Call, promoverá activamente el establecimiento universal de pruebas objetivas y estándares de verificación para todos los proveedores de tecnología.
“Al confiar en estándares objetivos de terceros para probar la seguridad de la tecnología hecha por cualquier proveedor, es posible garantizar que las decisiones sobre seguridad se basen en hechos, en lugar de en emociones o en retórica política”.
La compañía igualmente continuará trabajando junto a gobiernos, otras organizaciones privadas y la sociedad civil para promover medidas de capacitación que hagan que el mundo digital sea más seguro.
Para los convocantes del Paris Call, el ciberespacio (que se está volviendo cada vez más central en la vida de las personas) es un lugar de oportunidades pero también de nuevas amenazas.
Y es que el crecimiento del delito cibernético y la actividad maliciosa también tienen el potencial de poner en peligro los datos privados, así como las infraestructuras críticas.
Entonces, se ha concluido que los Estados deben trabajar juntos para respetar los derechos de las personas y protegerlas en línea como lo hacen en el mundo físico, pero también colaborar con socios del sector privado el mundo de la investigación y la sociedad civil.