La barrera más importante para la transformación digital, la insuficiencia presupuestaria

Créditos: Viktor Hanacek

La insuficiencia de presupuesto se ha venido ubicando como una de las barreras más importantes para la transformación digital de las empresas españolas.

De hecho, una investigación del Instituto de la Economía Digital (ICEMD), ha revelado que los primeros en transformarse deberían ser los CEO (director ejecutivo) y los CIO (director de información), tomando en cuenta que la tecnología está impulsando la modernización de todos los sectores y esto debe entenderse con responsabilidad para hacer los cambios necesarios.

Se cree que se han venido aplicando medidas positivas en este sentido, pero que aún queda mucho camino por recorrer para la completa digitalización empresarial.

“La transformación digital es el reto más trascendente al que se enfrentan las organizaciones en todo el mundo, ya que no hay precedentes de la intensidad y rapidez de los cambios que está provocando”.

Los resultados de la investigación se han estructurado en dos mensajes: uno, orientado a las empresas (especialmente a la figura del CEO), y otro para los CIO.

Mientras que el 92 % de los CXO (jefe de experiencia) considera la digitalización como “un profundo cambio que afecta a todas las áreas del negocio”, en la práctica “el 54 % de las empresas se limita a una adaptación tecnológica para obtener mejoras comerciales, de eficiencia y operativas”.

“Los objetivos que se persiguen son esencialmente cortoplacistas, quedando relegados objetivos más estratégicos. Al 75 % de los CXO les impacta negativamente la ausencia de una clara definición de la estrategia digital y así las iniciativas digitales se dispersan en varias áreas (sobre todo en marketing/ventas, estructura y operaciones) sin mucha coordinación”.

Para los CXO, la insuficiencia del presupuesto es la barrera más importante (88 %), pues, la transformación digital es más un concepto teórico que una realidad sin los recursos necesarios.

El reto de la digitalización

Las conclusiones del estudio “Una transformación digital aún incompleta. Un reto para los CEO y CIO” también han mostrado que los CEO de las principales empresas del mundo ya consideran la transformación digital como el reto estratégico y de supervivencia más relevante de su agenda, conscientes de la magnitud del riesgo y de la oportunidad.

Además, se han ofrecido algunas consideraciones sobre las oportunidades que supone la digitalización empresarial en todos los sentidos.

“Conocer bien el “para qué” de su transformación y concretar objetivos. Las organizaciones se juegan su supervivencia, no sólo su competitividad. Es necesario tener una visión sistémica de la transformación digital y empezar por preguntarse: ¿Cómo va a afectar a los distintos ámbitos del negocio del negocio? ¿Qué hace falta cambiar? ¿Qué responsabilidades establecer y a quién asignarlas? ¿Se tienen los perfiles adecuados?”

Igualmente se ha recomendado identificar el riesgo de disrupción externa para la organización, de modo que se pueda ajustar el tipo de respuesta y su nivel de urgencia.

“Urge evolucionar las organizaciones hacia una cultura de servicio al consumidor, donde toda la actividad ha de centrarse en entregarles valor”.

Y es que se ha estimado que las organizaciones están aún demasiado ancladas en una perspectiva interna, en lugar de conocer las necesidades actuales de sus consumidores, la forma en que son percibidas por sus clientes y gestionar correctamente sus expectativas.

Es por esto que se ha exhortado a poner el foco en la experiencia del consumidor y no sólo en el producto o sus funcionalidades como tal.

“La transformación digital la desarrollan las personas. Requiere de una mentalidad abierta al riesgo, formas de trabajo más ágiles y procesos y metodologías colaborativas. Pero la realidad de las empresas españolas muestra que queda mucho camino por recorrer”.

Los resultados también han descubierto que prima una cultura de silos funcionales, considerada por los CXO como la principal barrera al cambio (88 %), impidiendo la necesaria colaboración y resistiéndose a los cambios. Un 62 % de los CXO ha afirmado que la cultura interna no invita a la innovación y la colaboración.