La interrupción de servicios cloud y la falta de ciberresiliencia, caso Venezuela

El anuncio de la interrupción de Adobe en Venezuela ha provocado una reacción inmediata ante la ausencia de planes que lleven a la ciberresiliencia. Los venezolanos han comenzado a preguntarse qué pasará ahora con sus suscripciones de servicios cloud, luego que la empresa estadounidense bloqueara todas las cuentas de los usuarios de ese país latinoamericano.

El motivo es sencillo de explicar, pero muy difícil de aceptar. Y es que, como se sabe, las sanciones (Orden Ejecutiva 13884) impuestas por el Gobierno de Estados Unidos (EEUU), en contra de Venezuela, prohíben a todas las empresas realizar transacciones entre compañías estadounidenses, empresas y particulares venezolanos.

Esto se traduce en que los venezolanos que hayan comprado los servicios cloud (servicios de nube) de Adobe ya no podrán disfrutarlos. La compañía tampoco puede vender software en Venezuela, pues se colocaría en la zona riesgo al desobedecer directamente a su gobierno y, por ende, sufriría las consecuencias.

Adobe se ha disculpado con los usuarios venezolanos al dejar claro que esta interrupción no tiene nada ver en contra del país, sino que la decisión ha sido directamente provocada por razones de índole legal.

Está claro que a la compañía no le interesa suspender su negocio de servicios en la nube en ningún país, pero ha quedado atada de manos por la orden del Gobierno estadounidense.

Es por eso que ha decidido dedicar una página en su portal a las preguntas que seguramente se están haciendo los suscriptores, dejando claro cada inquietud que desde ya ha comenzado a generar preocupaciones en los venezolanos que usan este tipo de servicios en la nube y software, y que aparentemente no cuentan con planes de ciberresiliencia para la continuidad de sus operaciones.

Adobe responde a los venezolanos

En principio, la compañía ha respondido al por qué se ha cancelado la suscripción alegando la Orden Ejecutiva 13884 emitida por el Gobierno de los Estados Unidos, cuyo efecto práctico es prohibir casi todas las transacciones y servicios entre empresas, entidades e individuos estadounidenses en Venezuela.

“Para cumplir con este pedido, Adobe está desactivando todas las cuentas en Venezuela”.

Sobre el tiempo que estará en vigencia la Orden Ejecutiva 13884, desde Adobe se ha indicado que ha sido emitida sin fecha de vencimiento y que la decisión de rescindirla corresponde exclusivamente al Gobierno de los Estados Unidos.

“Continuaremos monitoreando de cerca los desarrollos y haremos todo lo posible para restaurar los servicios a Venezuela tan pronto como sea legalmente permitido hacerlo”.

Hay que mencionar que todos los interesados también pueden encontrar más información sobre la Orden Ejecutiva 13884 en el sitio web destinado por el Gobierno norteamericano para tal fin.

Otra duda que ha quedado resuelta es la relacionada al cobro de los servicios cloud y la posibilidad de recibir el reembolso correspondiente a los paquetes ya cancelados. Aunque no ha sido la esperada, la respuesta de Adobe ha sido bastante clara.

“No podemos emitir reembolsos. La Orden ejecutiva 13884 establece el cese de toda actividad con las entidades, incluidas las ventas, servicio, soporte, reembolsos, créditos, etc”.

En relación a lo que pasará con los servicios cloud gratuitos que ya se usan y si todavía se pueden acceder a estos, desde la compañía se ha puntualizado que ya no proporcionará acceso a software y servicios, incluidos los gratuitos, ni permitirá a los usuarios realizar nuevas compras. Ante esto, también se ha pedido disculpas por las molestias ocasionadas.

“¿Cuándo perderé acceso a mis cuentas y contenido de Adobe? Tiene hasta el 28 de octubre de 2019 para descargar cualquier contenido que haya almacenado en su cuenta de Adobe. Después de esta fecha, su cuenta se desactivará”.

Descargar o comprar contenido

Ante la situación, es importante que los usuarios de Adobe conozcan la forma de descargar su contenido antes de la fecha pautada por la empresa. En este caso, dependiendo del plan y aplicación, el suscriptor puede descargar sus archivos desde las siguientes ubicaciones en la nube: Creative Cloud, Lightroom, Document Cloud y Adobe Spark.

“¿Puedo comprar una suscripción a través de una tienda o en Adobe.com? Bajo la Orden Ejecutiva 13884, las compañías estadounidenses están severamente restringidas en el negocio que lleva a cabo dentro de Venezuela”.

Esto se traduce en que la empresa está cesando toda actividad con entidades e individuos en Venezuela, así como con aquellos que de otra manera cumplen con los criterios de la Orden Ejecutiva 13884 u otras regulaciones de sanciones de los Estados Unidos.

Siendo así, por ejemplo, tanto profesionales como amateurs se quedan sin acceso a Adobe Creative Cloud, oferta que fue difícil de rechazar para aquellos usuarios que deseaban obtener acceso a softwares de diseño gráfico, edición de video, diseño web y servicios en la nube.

Otros productos como Photoshop y algunos programas más especializados como Illustrator, Premiere Pro, Spark, Lightroom o Dreamweaver, también han sido muy populares alrededor del mundo y, para los venezolanos, por ahora serán un recuerdo ante la interrupción de Adobe.

Esto, tomando en cuenta aquellos casos donde no se tomaron previsiones on-premise ante alguna posibilidad de interrupción de servicios en la nube, como la que actualmente se presenta con Adobe.

Hay que destacar que la suscripción a Adobe no permitía (en tiempo pasado para los venezolanos) pagar por un programa en particular, sino el derecho a usar el servicio cloud que a su vez permite trabajar con los diferentes softwares.

A juicio de expertos y especialistas en ciberseguridad, escalar a la nube no está mal, pero tampoco se debe suprimir la idea de contar con réplicas de estas herramientas de forma local que permitan la continuidad de las operaciones.

Los venezolanos que ya pagaron por esta importante distinción, que tal vez apenas la estaban descubriendo o que no tomaron en cuenta un plan de ciberresiliencia que incluyera el software necesario en las instalaciones, ya no podrán usar las apps por las que desembolsaron una buena cantidad de dinero.