Para Rick Villars no se puede negar que los servicios en la nube han sido la base para la entrega de servicios móviles y de contenido durante la última década, además de impulsar un importante replanteamiento de los entornos informáticos empresariales tradicionales.
Las estadísticas que maneja el vicepresidente de Investigación Mundial de IDC resumen que el gasto anual en recursos de nube como servicio habría alcanzado los 394 mil millones de dólares para finales de 2021.
A eso habría que sumarle otros 313 mil millones de dólares gastados en hardware, software y servicios utilizados para diseñar, construir, proteger y operar todos estos entornos de nube (pública y privada).
“Pasar de cero a 705 mil millones de dólares al año, en solo 15 años es impresionante, pero es solo el primer acto. En 2025, toda la economía de la nube superará los 1,3 billones de dólares”.
Todo esto, a su juicio, seguiría demostrando que la nube sigue desempeñando un papel cada vez más importante en la industria de TI (Tecnologías de la Información), ya que todos giran para competir en un mundo digital primero.
Cree que todos los vendedores, desarrolladores y proveedores de TI se centrarán en ofrecer una mayor eficiencia, más flexibilidad y una innovación más rápida.
Además, ha revelado que los proveedores de la cadena de suministro de tecnología en la nube (silicio, sistemas, instalaciones y software central) agregarán la infraestructura como servicio como una opción de infraestructura digital estándar.
“Las empresas dependerán de los proveedores para brindar acceso rápido a nuevas tecnologías a escala, de modo que puedan desarrollar e implementar innovaciones nuevas, más especializadas y más confiables en diversos entornos, desde el borde hasta la red y el núcleo”, explicó.
Desafío de TI
Villars considera que la evaluación, gestión, optimización y protección de diversos recursos (y datos) de la nube plantearán los desafíos operativos más críticos para las organizaciones de TI.
“Requerirán SaaS (Software como Servicio) de gobierno en la nube y servicios de nube administrados, que usen IA (Inteligencia Artificial) integrada para hacer que la automatización sea más efectiva”.
También ha reafirmado que los proveedores de servicios en la nube tienen conocimientos profundos sobre los cambios en las combinaciones de cargas de trabajo en todas las industrias.
“Ya sea que sea un proveedor de SaaS o una empresa comprometida con la transformación digital, sus desarrolladores dependen de los proveedores de servicios en la nube fundamentales (FCS) para anticipar y acelerar el ritmo de la innovación digital”.
Entonces, la confianza en los FCS será tan fuerte que muchas organizaciones G2000 se centrarán en los resultados comerciales en lugar de los requisitos de TI, al evaluar las asociaciones de nube.
Según su visión, valorarán el acceso a las carteras completas de los proveedores, desde el dispositivo hasta el borde, y desde los datos hasta el ecosistema de la industria.
“Los proveedores de FCS impulsarán una nueva ola de expansión de la nube híbrida en asociación con socios de la cadena de suministro en infraestructura, comunicaciones y colocación”.
El objetivo, según él, sería proporcionar un acceso mucho más amplio a los recursos de la nube en las ubicaciones de red y de borde. Los proveedores de FCS también tendrían que invertir mucho en desarrollar la capacidad para permitir la incorporación de AI y ML (Aprendizaje Automático).
Las empresas, entonces, pueden seguir aprovechando la nube en todas sus permutaciones para ayudar a sus clientes a convertirse en un primer negocio digital.