Garantizar la conectividad de las TI (Tecnologías de la Información) para empleados y clientes, sin importar las circunstancias, ha sido la constante durante los últimos dos años para mantener en funcionamiento los procesos críticos.
Las organizaciones han tenido que adaptarse a la nueva normalidad para mantener el acceso de empleados a los sistemas y procesos de misión crítica, en cualquier lugar y momento.
Investigaciones de la IDC han determinado que los clientes son guiados de forma más digital y, por eso, los líderes empresariales han tenido que alinear las TI, políticas y operaciones para mantener la resiliencia, agilidad e ingresos.
De hecho, desde la Corporación Internacional del Dato se ha definido el futuro de la conectividad como el hecho de permitir el movimiento oportuno de datos entre personas, cosas, aplicaciones y procesos, para crear experiencias digitales perfectas.
“El camino tecnológico hacia la conectividad requiere una conectividad perfecta entre redes, sistemas de TI y la nube para mantener los datos en movimiento. No hay un estado final real para la conectividad”.
Se trataría de un camino evolutivo que mejoraría la agilidad, aumentaría la flexibilidad comercial y permitiría que las organizaciones se adapten al cambio, a medida que cambian las condiciones comerciales o del mercado.
Entonces, abordar los problemas de conectividad de las TI sería una prioridad mientras los empleados, empresas y consumidores buscan cada vez más la resiliencia digital.
El futuro de conectividad TI
Desde la IDC se ha pronosticado que las medianas y grandes empresas harán la transición del 50 % del personal de TI para 2023, “impulsando la conectividad de las operaciones tácticas de soporte de red heredadas hacia resultados comerciales estratégicos, innovación tecnológica y prestación de servicios”.
Un año más tarde, el 45 % de los centros de contacto que respaldan las industrias de finanzas, comercio minorista y hospitalidad adoptarían arquitecturas Branch of One (una rearquitectura del borde de la red empresarial que durará mucho más allá de la pandemia), permitiendo experiencias de trabajo eficientes y seguras desde cualquier lugar.
“En 2024, la tecnología inalámbrica primero se convierte en la corriente principal para la conectividad de área amplia”.
Esta última predicción de la IDC aceleraría el 65 % de las inversiones de las empresas, industrias y del sector público para “desatar” sus operaciones.
También serían importante las inversiones adicionales en redundancia de conectividad y resiliencia del servicio para el 2025, ya que las organizaciones del G2000 todavía estarían experimentando dos o tres cortes de red de proveedores de servicios sistémicos por año.
“Para 2024, el 20 % de las organizaciones utilizará una nube soberana conjunta de proveedor de telecomunicaciones/nube que se ejecuta en la infraestructura local para garantizar el cumplimiento y limitar la conectividad, el acceso y el movimiento de datos extraterritoriales”.
En 2023 también se espera que el 60 % de las empresas implementen una conectividad híbrida e inteligente que vincule los mercados físicos con los escaparates digitales y las cadenas de suministro, todo esto para facilitar las transacciones comerciales mediante las TI.
Ese mismo año se estima que el 75 % de las empresas espere que se aborden los objetivos de sostenibilidad en las respuestas de RFI (solicitud de información), demostrando principios de cadena de suministro responsable y capacidades seguras de disposición de activos de TI.
Las TI para agilidad operativa
Para 2024 se espera que el 80 % de las empresas necesiten transformar sus redes y procesos de TI para ofrecer experiencias multimedia en línea más personalizadas e interactivas, al tiempo que cumplan y satisfagan las expectativas de los clientes.
“Para 2025, el 60 % de las medianas y grandes empresas adoptarán la red como servicio (NaaS) para permitir la agilidad operativa, la personalización del servicio y modelos de consumo flexibles que admitan entornos complejos de redes y múltiples nubes”.
Entre tanto, este mismo año (2022), más del 30 % de las organizaciones darán prioridad a la resiliencia de la conectividad para garantizar la continuidad del negocio, según la IDC, lo que tendrá como resultado un compromiso digital ininterrumpido para clientes, empleados y socios.