Una nueva investigación de la IDC (International Data Corporation) ha previsto que el 80 % de las empresas implementarán un mecanismo para cambiar a una infraestructura digital centrada en la nube, para fines de 2021, dos veces más rápido que antes de la pandemia por la COVID-19.
Y es que, a medida que las organizaciones hacen la transición al futuro de la infraestructura digital, se cree que un ecosistema de infraestructura digital emergente será la plataforma subyacente para todas las iniciativas de automatización empresarial y de TI (Tecnologías de la Información), para 2023, en cualquier lugar y en todas partes.
Ya para el 2024, el análisis ha encontrado que el 80 % de las empresas revisarán las relaciones con los proveedores de infraestructura, con la finalidad de ejecutar mejor su estrategia digital para el despliegue ubicuo de recursos y para operaciones de TI más autónomas.
La idea de la IDC, con la ha publicación del estudio: “Future of Digital Infrastructure” (Futuro de la Infraestructura Digital), ha sido guiar a las organizaciones a través de esta transición.
“Los servicios digitales que se están desarrollando para brindar experiencias de trabajo-cliente modernas y cada vez más automatizadas, y sistemas operativos de negocios inteligentes, dependen de tener acceso temprano a tecnología innovadora, pero resistente y confiable en los niveles físicos y lógicos, en cualquier lugar”.
La afirmación corresponde a Rick Villars, vicepresidente de la IDC, presidente de Worldwide Research y líder mundial de la compañía para la investigación del Futuro de la Infraestructura Digital.
A su juicio, un ecosistema de infraestructura digital emergente será la plataforma subyacente en 2023 para todas las iniciativas de automatización empresarial y de TI, en cualquier lugar y en todas partes.
La economía digital
En la IDC consideran que el éxito en la economía digital requiere que las organizaciones vayan más allá de una visión de la infraestructura tradicional y sensible a los costos, para que adopten un reconocimiento más amplio de que una infraestructura centrada en la nube, receptiva, escalable y resistente ayudará a impulsar los ingresos.
Al mismo tiempo, esa infraestructura centrada en la nube ayudaría a alinear la adopción de la tecnología y el gobierno operativo de TI, con resultados comerciales positivos.
“La transición a una infraestructura digital centrada en la nube, que ya está en marcha dentro de muchas organizaciones, depende del compromiso con una estrategia digital”.
Ese compromiso debe ir acompañado de un nuevo conjunto de indicadores claves de rendimiento centrados en la optimización de recursos, la resistencia constante y la mejora continua, de acuerdo a un comunicado de prensa.
Tecnologías centradas en la nube
La investigación también ha develado que la infraestructura digital seguirá creciendo en volumen y complejidad, extendiéndose cada vez más a los activos desplegados en el borde, como los nodos de computación de borde de acceso múltiple (MAEC), campus, edificios e instalaciones de colocación metropolitana.
De acuerdo a lo planteado, incluirá recursos que faciliten la adaptación rápida de aplicaciones y código para mejorar las experiencias de los clientes, incorporar inteligencia y automatización en las operaciones comerciales, así como respaldar la innovación continua de la industria en ubicaciones de borde.
“El ecosistema de infraestructura digital emergente se construirá cada vez más sobre tecnologías centradas en la nube, opciones de implementación más ubicuas y operaciones de TI más automatizadas”.
En el comunicado se ha insistido en que el enfoque de la infraestructura digital centrada en la nube será garantizar una entrega cada vez más rápida de hardware, software, abstracción de recursos y tecnologías de procesos de infraestructura innovadores para respaldar el desarrollo y el refinamiento continuo de servicios digitales resistentes y experiencias digitales.